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             SALUD PARA 
              TODOS - LA GRAN MENTIRA 
               
              En nuestro país, de la salud del pueblo se encargan: la Medicina 
              Prepaga, las Obras Sociales y el Hospital Público.  
               
              Los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial) ven una gran 
              ineficiencia en el gasto de las Obras Sociales sindicales, y al 
              amparo de esta muletilla piden su desregulación para que puedan 
              competir las prepagas y los seguros de salud (negocio financiero 
              de la salud).  
               
              Para ellos la solución pasa por la desregulación de las Obras Sociales. 
               
               
              La medicina prepaga mas económica cuesta $ 60,-- mensuales por beneficiario 
              sin cargas de familia; $ 100,-- por matrimonio; y $ 130,-- por matrimonio 
              con dos hijos (todo más IVA).  
               
              De ahí en adelante podemos encontrar todos los valores imaginables. 
               
               
              Las Obras Sociales, según el esquema del gobierno nacional, percibirían 
              un mínimo de $ 20,-- por beneficiario; $ 40,-- por matrimonio; y 
              $ 80,-- por matrimonio con dos hijos.  
               
              A simple vista puede verse la inviabilidad del proyecto, ya que 
              como las mismas prepagas reconocen "ellos no saben dar salud por 
              $ 50,-- mensuales per cápita" ¿cómo van a hacerlo por $ 20,--?. 
               
               
              Si los actores no aceptan el desafío ¿cuál es la intencionalidad 
              del gobierno? 
               
              ¿Estarán tratando de brindar una mejor salud a los trabajadores, 
              o solo quieren embestir contra la llamada "caja del movimiento obrero"?. 
               
               
              Para el FMI la cosa esta muy clara. Ellos saben que el gasto de 
              las Obras Sociales es ineficiente. Ahora bien: Las prepagas que 
              no pueden dar salud por $ 50,-- por mes, ¿son mas eficientes que 
              los que lo pueden hacer por $ 20,--?.  
               
              Las prepagas trabajan en el descreme del sistema. Se interesan por 
              los aportes de los trabajadores de más altos ingresos destruyendo 
              los principios básicos de solidaridad.  
               
              Si el gobierno le quiere brindar una mejor salud a los trabajadores, 
              solo es necesario cumplir y hacer cumplir la legislación en la materia. 
              El gobierno nacional tiene todos los resortes, ya que es el órgano 
              de contralor. Si no lo hace es por que no quiere o por que tiene 
              objetivos inconfesables.  
               
              El Ministerio de Trabajo es el que tiene las responsabilidades de 
              contralor la elección de las comisiones directivas de las organizaciones 
              gremiales. Si siempre están los mismos será porque son representativos 
              de su gremio o porque los funcionarios gubernamentales no cumplen 
              con su deber.  
               
              La Superintendencia de Servicios de Salud controla el funcionamiento 
              de las Obras Sociales y el nivel de prestaciones. Si no es el nivel 
              esperado: ¿por qué no toma las medidas conducentes para solucionar 
              el problema?  
               
              Acaso... los Hospitales Públicos, que dependen directamente del 
              estado nacional, provincial y/o municipal: ¿están brindando una 
              prestación digna?  
               
              Ciertamente no.  
               
              Pero la atención de los que no tienen con que pagar no les interesa 
              al capital financiero, al FMI, al Banco Mundial y otros tantos más. 
              A los pobres, que no tienen medios económicos, no les llega la globalización. 
               
               
              Entonces digámoslo con todas las letras: "no hay ningún alcahuete 
              comunicador social que se rasgue las vestiduras proclamando la privatización, 
              la desregulación o algo por el estilo".  
               
              Si no hay suculentas ganancia no hay interés.  
               
              Mientras un criollo, con ideas nacionales, no llegue a la Casa Rosada 
              seguirán sin voz los que no tienen voz.  
            
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