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             TRANSFERENCIA 
              DE LA DEUDA EXTERNA  
               
              (Nota remitida a cuarenta Diputados de la Nación, entre ellos 
              todos los integrantes de la Comisión de Legislación del Trabajo 
              de la H. Cámara de Diputados de la Nación, Senadores Nacionales 
              y Medios de Comunicación)  
               
              En el presupuesto del año 2001, el gobierno nacional, prevé pagar 
              casi 11.000 millones de dólares de intereses de la deuda, algo más 
              del 20% del presupuesto nacional (con la consecuente desprotección 
              de nuestro sufrido pueblo). Con ello no pagamos un dólar de capital. 
              El capital se va a refinanciar (unos 14.000 millones que 
              vencen el año próximo). Se emitirán bonos que se colocarán en 
              el mercado interno para pagar a los acreedores externos.  
               
              Si aceptamos que la deuda externa pública es cuanto menos de dudosa 
              cobrabilidad, entonces estamos frente a la más perversa y maquiavélica 
              obra de terror jamás vista.  
               
              Van a trasladar la deuda (ahora que suena impagable) a los 
              pequeños inversores internos.  
               
              Para ello:  
               
              1) las AFJP están autorizadas a invertir hasta el 50% de 
              su recaudación en "Títulos de la Deuda Pública", con lo que el 50% 
              de nuestra futura jubilación estará atada a los destinos de la "deuda 
              externa". 
               
              2) se inicia una campaña para que los 40 mil millones de 
              dólares que se encuentran en el sistema bancario depositados a plazo 
              fijo se inviertan en deuda externa pública, explotando la codicia 
              del ahorrista, ofreciéndole tasas superiores al 12% anual, tasa 
              que duplica la de plazo fijo (ver todos los medios gráficos de setiembre/00). 
               
               
              A poco andar, si el plan da resultado, el pueblo argentino, de una 
              u otra manera, va a ser el propietario del 40 al 50% de la deuda. 
              De la única deuda que se condonará, o sobre la que se efectuará 
              alguna quita.  
               
              Lo que hagan los pequeños ahorristas empujados por su codicia no 
              nos desvela en demasía. Aunque sí queremos alertarlos.  
               
              Nos desvela como invierten los fondos las AFJP, porque nuevamente 
              los trabajadores van a ser convidados de piedra de ésta nueva frustración. 
               
               
              Ya sea por imperio de la Ley, o por decisión de las AFJP ante la 
              presión de los aportantes y de las organizaciones intermedias, no 
              deberían invertir los fondos de los trabajadores en comprar bonos 
              del estado, que no es otra cosa que apostar nuestra jubilación a 
              la dudosa cobrabilidad de la deuda externa.  
               
              Si tomamos en cuenta la desocupación que afecta al país los fondos 
              de las AFJP deberían servir para generar trabajo, encarando proyectos 
              que garanticen una aceptable rentabilidad.  
               
              El dinero de los trabajadores reciclado en más trabajo y no salvando 
              a los que han hecho pingües negocios a costa de los argentinos. 
               
               
              En esa dirección nos parece interesante el desarrollo foresto-industrial 
              donde no solo se aporta a la generación de trabajo sustentable, 
              sino también a una excelente rentabilidad (Uruguay ofrece una tasa 
              del 15% anual de rentabilidad en sus proyectos forestales, ¿por 
              qué no hacer lo mismo?) y como valor adicional se mejora el medio 
              ambiente.  
               
              Hay muchas formas de defender al pueblo cuando para ello hay vocación. 
              Solo hay que tener dirigentes con vocación e ideas propias, y 
              no meros gerenciadores de las políticas del F.M.I.. 
               
               
              Nota de la redacción: Excepto la publicación 
              en su Nº 442 de Noticias Gremiales y, parcialmente en el diario 
              Clarín (que le quitaba sentido a la nota), ninguno de los que recibieron 
              la presente acusaron recibo de la misma.  
               
            
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