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"PUEBLO"
o "GENTE"
El término "pueblo" ha entrado en desuso.
Ahora se habla de "la gente".
Te lo venden como sinónimo, pero no lo es.
Pueblo, en la pirámide poblacional, es la base de la pirámide.
Gente implica gente como uno. No son los que menos tienen. No es
la base de la pirámide.
El término "gente" le cae bien a la clase media, pero se olvida
de los de abajo.
A partir que desde la política se empezó a hablar de "la gente",
la franja de los que están bajo la línea de la pobreza se incrementa
día a día, y proliferan los marginados, los que sobreviven con menos
de un peso diario.
Marginado es estar al margen del sistema, excluido. La pirámide
poblacional es como un barco navegando, cuanto más alta este la
línea de flotación más alta esta el resto del buque. Cuanto más
alto están los de abajo, mayor bienestar podríamos tener todos.
No le sucede lo mismo a los que están en la punta de la pirámide,
que son justamente los que hoy nos esquilman. Éstos son: el sector
financiero; las AFJP; las empresas privatizadas con sus tarifas
y subsidios; las multinacionales; los que a la ley se hacen los
sordos evadiendo y contrabandeando todo lo mas posible; los políticos
y funcionarios cipayos que responden a estos intereses; etc. etc...
Ellos son los que tienen que poner, los que tienen que perder algunos
privilegios para poder redistribuir en toda la pirámide.
Como puede verse: lo que parecería un problema semántico no lo es.
Hay una torta a repartir. Están los que siempre ponen para agrandar
la torta: "el pueblo", y los que se la llevan; que cada día son
un grupo más reducido.
Es una cuestión de decisión política, y de ponerse los pantalones
largos.
Si queremos experimentar un cambio hay que definir:
-¿Qué proyecto de país queremos?
-¿Quién pone para agrandar la torta?
-¿Qué sector va a tener privilegios, prebendas, y quienes no?
- En síntesis: ¿Cómo se reparte la torta?
Desde que los políticos hablan de "la gente", nuestra Argentina
es un festival de corrupción: ponen los de abajo y se la reparten
los de arriba, que son lo únicos y verdaderos privilegiados.
Al pueblo: que Dios lo ayude.
Recuperemos el concepto "pueblo", con políticos al servicio de éste,
y casi todos vamos a estar mejor.
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